jueves, 16 de mayo de 2013

Juntos pero no revueltos.

Aquí vamos a mostraros otros dos interesantes experimentos que hemos llevado a cabo. Gracias de nuevo a Ana y a Isabel. Son los siguientes:

JUNTOS PERO NO REVUELTOS
Materiales
-          Rotuladores
-          Papel de filtro
-          Agua
-          Alcohol
-          Vasos
-          Palillos de dientes

Protocolo
1.       Cortar el papel de filtro en cuadrados de alrededor de 7x7 cm y en tiras de 1x5 cm.
2.       Verter agua y alcohol en dos vasos distintos.
3.       Dibujar un punto con rotulador en el centro del trozo cuadrado de papel.
4.       Con un palillo de dientes, hacer con cuidado un agujero en el centro del punto que hemos pintado.
5.       Introducir por ese agujerito (por el revés del cuadrado) una de las tiras de papel de filtro, de forma que aparezca solo un poco por la cara del papel en el que hemos pintado el punto. La mayor parte de la tira debe quedar colgando por debajo del papel como la cola de una cometa.
6.       Meter la tirita de papel que cuelga en el vaso con agua.
7.       Realizar todo el proceso de nuevo usando el mismo rotulador, pero en este caso utilizando el vasito con alcohol.
8.       Observar el distinto desarrollo de los colores según se use agua o alcohol.

Explicación
                Estamos trabajando con una de las técnicas de laboratorio más importantes: la cromatografía, en este caso, cromatografía en papel. Esta técnica se utiliza para separar los distintos compuestos que forman una mezcla.
                Los colorantes van a “correr” más o menos sobre el papel de filtro según se disuelvan mejor o peor en los líquidos de desarrollo (agua o alcohol). Así, si el colorante es muy soluble (se disuelve muy bien) va a corren mucho sobre el papel y se va a alejar mucho del punto inicial que hemos pintamos. Pero si se disuelve mal va a correr poco y se va a quedar más cerca del punto central.
Dependiendo de los colorantes que usen las distintas marcas de rotuladores, podremos observar distintos desarrollos en el papel de filtro. Podremos ver en algunos casos como se nos separan dos bandas de colores distintos aunque nosotros hayamos usado sólo un rotulador, por ejemplo, azul y amarillo cuando pintemos con verde o rojo y amarillo cuando el punto sea naranja.

BUSQUEMOS EL EQUILIBRIO
Materiales
-          Soluciones ácidos de distinta concentración (ácido clorhídrico)
-          Solución básica (sosa)
-          Puntas de pipeta
-          Tetinas de caucho
-          Indicador (fenolftaleína). Este indicador cambia de transparente en medios ácidos a rosa en medios básicos
-          Vasos de precipitado

Protocolo
1.       Rotular dos vasitos con 1 y 2, vertiendo en el 1 una de las soluciones ácidas y en rotulado con el 2 la otra.
2.       En un tercer vaso echar la solución básica.
3.       Añadir unas cuantas gotas de indicador a cada uno de los vasitos con las soluciones ácidas.
4.       Poco a poco, ir añadiendo gotitas de la solución básica sobre la muestra de ácido 1 con la punta de pipeta y la tetina. Hay que agitar continuamente porque el color rosa aparece en el punto donde cae la gota de sosa pero desaparece al agitar.
5.       Seguir añadiendo sosa gota a gota hasta que el color rosa no desaparezca aunque agitemos.
6.       Anotar el volumen de sosa que hemos necesitado para provocar el cambio de color en el indicador del vaso 1, es decir, para llegar al equilibrio ácido-base.
7.       Repetir la misma operación para la solución ácida que tenemos en el vaso 2. Anotar el volumen de sosa utilizado.

Explicación
                En las soluciones ácidas hay un exceso de unas partículas positivas llamadas “protones” (H+), mientras que en las soluciones básicas lo que hay es un exceso de partículas negativas (OH-). Igual que ocurre en los imanes, las partículas con distinta carga se atraen y se neutralizan. Así, de la unión de una partícula de los ácidos, cargada positivamente, y de otra de las bases, cargada negativamente, se forma agua, que es una partícula neutra:
H+ + OH- = H2O
                En este experimento lo que vamos a observar es que con las soluciones ácidas 1 y 2 vamos a necesitar distinto volumen de la solución básica para llegar al equilibrio ácido-base. Cuanto más concentrada sea la solución ácida, es decir, más partículas positivas tengamos en el vasito, más partículas negativas vamos a necesitar para llegar al equilibrio. Por eso vamos a consumir mayor volumen de la solución básica.

El jardín marino

En esta nueva sesión tuvimos dos invitadas de excepción que quisieron compartir con todo nuestro equipo sus conocimientos sobre las reacciones químicas. La Dra. Ana J. Jiménez Araujo del Dpto. Biotecnología de los Alimentos Instituto de la Grasa CSIC,  nos tenía preparado un espectacular experimento que nos dejo a todos y todas, soñando con los fondos marinos y nos dio fuerza para seguir en nuestro camino: la investigación en la escuela como mejor camino para alcanzar los diferentes aprendizajes.

Como reportera dicharachera, contamos con la inestimable presencia de Isabel Cabanilla y su buena intención a la hora de participar con nuestro gran equipo. Es una excelente maestra investigadora que lleva muchos años trabajando la Ciencia con sus alumnos y alumnas.
Quiero agradecer a ambas su buen hacer, su interés y la alegría con que realizaron el trabajo.

 JARDÍN QUÍMICO
Materiales -Silicato sódico
 -Sales de colores: calcio (blanco), hierro II (verde), hierro III (naranja-marrón), cobre II (azul), manganeso (rosa).
 -Vasos de precipitado
 -Espátula

 Protocolo
1.Verter el silicato sódico en el vaso de precipitado
 2.Añadir de una en una las distintas sales, ayudándolas a sumergirse si fuera necesario con una espátula. 3.Dejar reposar el “jardín” para que vayan creciendo los cristales.

 Explicación
 Las sales se van disolviendo. Los silicatos que están en el líquido van atrapando los iones de las sales y formando cristales de colores. Se van formando pequeñas “chimeneas” de cristales por cuyo interior siguen circulando las sales disueltas, permitiéndose así que el cristal “crezca”. Este efecto se observa mucho mejor cuando una pequeña burbuja de aire de la superficie de la sal ayuda al crecimiento del cristal.